'El metal perdido', la conclusión de las aventuras de Wax y Wayne

sábado, 8 de febrero de 2025


Título: El metal perdido | The lost metal
Autor: Brandon Sanderson   Editorial: Sudamericana 

Sinopsis
Waxillium Ladrian, vigilante de la ley convertido en senador, lleva años intentando dar caza a la organización llamada El Grupo desde que empezaron a secuestrar alomantes.
Cuando la detective Marasi Colms y su compañero Wayne encuentran una almacén ilegal de armas con destino a la ciudad de Bilming, se abre ante ellos una nueva pista: el conflicto ya extiende sus tentáculos hasta el Senado de Elendel... y Bilming ha caído bajo la influencia del dios Trell. Pewro este no es el único que interviene, puesto que a Marasi la reclutan unas personas de fuera del planeta dotada de extrañas capacidades que afirman que su objetivo es proteger Scadrial a toda costa. Wax debe decidir qué hacer: si nadie da el paso y actúa, el planeta y sus millones de habitantes sufrirán una repentina y calamitosa ruina.



Wayne, no eres lo mejor que podría conseguir. Eres lo mejor que existe. Y ningún ser, ni dios ni mortal, podría haber deseado más que a alguien como tú


La espera ha terminado, El metal perdido (The lost metal), la cuarta y última entrega de la segunda era de Nacidos de la Bruma, marca el final del viaje de Wax y Wayne, dos de los personajes más icónicos de la saga. Con este cierre, Sanderson no solo concluye su historia de acción, conspiración y redención, sino que también expande el Cosmere de formas que los fans llevamos AÑOS esperando.
Han pasado SEIS años desde los eventos de Brazales de duelo, y el mundo de Scadriel se encuentra al filo de una revolución. Las tensiones entre Elendel y las ciudades exteriores ha alcanzado un punto crítico, mientras que la organización secreta de El Grupo sigue moviendo los hilos en las sombras. Waxillium Ladrian, quien juró dejar atrás la vida de justiciero, se ve arrastrado nuevamente a una red de conspiraciones que amenaza con
desmoronar todo lo que juró proteger, solo que, ahora siendo senador del gobierno y estando felizmente casado con Steris (y siendo padre) se da cuenta de una increíble verdad: él no es dos hombres, no es Wax el vigilante y Wax el senador, es ambos, es lo que el mundo necesita.

Aunque esta vez, la amenaza no proviene de su mundo, desde las primeras páginas nos dejan claro que la influencia de otras esferas del Cosmere es cada vez más imposible de ignorar. Sanderson eleva el conflicto, confirmando que Scadriel no es un sistema aislado, sino un punto clave en una historia mucho más grande.

Y aunque si bien Wax es un pilar central de la saga, El metal perdido acaba siendo la historia de Wayne, desde el inicio de la Era 2, Wayne ha sido el alivio cómico, el excéntrico maestro del disfraz y los acentos con una lógica única e impredecible. Pero bajo la máscara de humor siempre hubo un hombre atormentado por su pasado, cargando con la culpa y buscando la redención de la única manera que conoce: ayudando a los demás.

Este libro muestra el climax de la evolución del personaje, siendo sus acciones y decisiones un poco predecibles, pero no menos emotivas. Sanderson logra que cada paso de su arco tenga peso, cerrando su historia con una nota que quedará marcada en la memoria de todos nosotros.


Uno de los aspectos más impactantes de El metal perdido es su conexión con el resto del Cosmere. Si bien en libros anteriores hemos tenido guiños y referencias, aquí la presencia de otros mundos y sistemas mágicos es innegable. Para los lectores casuales, esta puede ser un arma de doble filo: por un lado añade una sensación de grandeza y unificación (especialmente si vienes de leerte los Archivos de la tormenta) pero por otro, puede hacer que ciertos elementos de la trama se sientan fuera de lugar o no se terminen de entender.

Sin embargo, para los seguidores del Cosmere, este libro tiene MUCHAS revelaciones ya que Sanderson planta muchas semillas que claramente tendrán repercusión en lo que será La etapa 3 de Nacidos de la Bruma.

"La muerte no es una religión, es un hecho"

 

Como siempre, la pluma de Sanderson es ágil y cinematográfica, las escenas de acción son vibrantes y creativas, aprovechando al máximo el sistema de magia de alomancia y feruquimia que ha creado. La trama se mueve a un ritmo rápido que genera esa sensación de finalidad que dota al cuarto libro de una apremiante ansiedad que termina invadiendo al lector.

Pero realmente, lo que hace al libro uno de los mejores de esta etapa, no son las armas, ni las peleas, ni la trama política. Sino sus propios personajes y sus demonios, y sus arcos de redención, es la idea de que quienes eran y quienes son son dos cosas diferentes, que no se puede vivir desenterrando el cuerpo de quienes fueron, y como los héroes no son aquellos que siempre hacen el bien, sino que están dispuestos a sacrificarse porque entienden que hay algo mayor, que están hechos para algo mayor.

El metal perdido no es solo el final de una saga, sino el puente hacia algo mucho mayor. Sanderson entrega una conclusión satisfactoria, dejando claro que lo mejor aún está por venir. Con un desenlace poderoso, momentos inolvidables y un Wayne que se roba el protagonismo, este libro es una despedida digna para la Era 2.

Para los fans de la saga, una lectura imprescindible. Pero para los seguidores del Cosmere, una pieza clave en el rompecabezas. Y para aquellos que aún no han explorado el universo, una prueba más de que Sanderson es uno de los autores de fantasía más importantes de nuestra era.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Santa Template by Mery's Notebook © 2014