Título: Home game
Autora: Odette Stone Año: 2019
Antecesor: Puck me, secretly Continuación: The Penalty Box
Es un jugador de hockey profesional que intenta sobrevivir en su nuevo equipo.Yo solo intento sobrevivir.Me he quedado sin mi último dolar.Vivo el día a día en un mundo al que no le importa.A pesar de mi mala suerte, soy una luchadora.Nunca me rindo. Nunca dejo de intentarlo.La riqueza y generosidad de Ryan Parker lo distingue de todos los que conozco.Sin embargo, no confío en él.No es nada personal. No confío en nadie.Pero cuando mi mala suerte empeora, aparece una persona.Ryan Parker.No entiendo por qué se molestó en ayudarme, parece la clase de tipo con suficientes problemas con los que lidiar.Pero no tengo elección. Lo necesito. Es cuestión de supervivencia.Su amistad lo cambió todo. Me cambió.Empecé a creer en mi misma. Me permití confiar.Y por primera vez, en mucho tiempo, sentí que mi corazón volvía a latir.
Este es el segundo libro de la saga de Vancouver Wolves de Odette Stone, hace unos días atrás les traje la review de su primera parte, la cual me había gustado, pero no encantado. Sin embargo, ustedes saben que uno de mis tropes favoritos sigue siendo el hockey rom-com así que tenía que continuar con esta saga.
Deben entender, es más fuerte que yo.
En Home game, nos encontramos nuevamente con el equipo de Vancouver Wolves, pero desde la mirada de Ryan, el chico nuevo que intenta lidiar con que su equipo lo odia, su GM ni siquiera lo quería en el equipo y un ultimátum: o su equipo lo acepta, o está fuera.
Claramente tiene los suficientes problemas como para ir a buscar más, hasta que un día, en una cafetería, su camino y el de Zoey se cruza. Zoey es una chica sin hogar que intenta sobrevivir con el salario mínimo y muchas pesadillas.
Cuando ella lo ayuda con un tema con sus recibos, Ryan le deja pasar la noche en su sofá. Y lo que en un comienzo parece ser solo una noche, acaba convirtiéndose en más y más cuando se da cuenta de que él podría ser la única persona capaz de ayudarla.
Voy a decirlo, amo a Ryan, amo que sea un cinnamon roll y que en ningún momento se comportara como un capullo, ya saben, lo usual. Es un buen chico que ayuda sin esperar nada a cambio, y que intenta ganarse a su equipo.
La segunda cosa que me gustó, fue que el tema romántico entre Zoey y Ryan no se diera hasta muchos capítulos después, fue una slow-burn romance y de esos son mis favoritos. Ellos tenían que ser amigos antes, Zoey tenía que aprender a confiar en sus pies, y me encantó que en todo momento el mensaje de la autora no fuera un Ryan brillante caballero, Zoey princesa desvalida y que siempre fuera eso su relación.
El entender que Zoey y Ryan eran perfectos para el otro, pero cuando su relación fuera de iguales, fue el mensaje que estaba esperando recibir desde el momento uno y puedo decirles, no me ha fallado.
El único cliché del que tengo que decir que estoy en contra, aunque no me afectó mucho en general, fue el de Bianca la asistenta siendo all bitchy con la protagonista. El women vs women ya es un recurso bastante usado y que se cae a pedazos.
Pero más allá de eso, el resto de los personajes secundarios fueron excelentes, desde Krista de quien espero leer su libro hasta Mica e inclusive el iracundo Jensen. Ya me comienzo a sentir en casa con los Vancouver Wolves, y eso significa que prepárense, porque esta chica va a leerse toda esta saga.
En resumen, Home game supera a sus antecesores con una historia vulnerable pero que enternece, que corrige los errores de su primero y consigue atraparnos desde el momento uno con un protagonista cinnamon roll y un black cat de female star. La verdad, no puedo negar que esta saga me está cautivando.
Puntaje:
4.5
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