‘Words on Bathroom walls’, en tus partes oscuras es donde todo comienza

lunes, 15 de febrero de 2021

 

Título: Words on the bathroom walls | Palabras en las paredes del baño
Director: Thor Freudenthal
Escrito por: Nick Naveda    Basado en: La novela de Julia Walton
Año: 2020                               Género: Romance, Drama
 
Diagnosticado con una enfermedad mental que ha condicionado toda su vida, el instrospectivo, amante de la cocina y solitario protagonista deberá mantenerla en secreto en su nueva escuela, al tiempo de que se enamora de su brillante compañera de clase al tiempo que lo inspira a no ser definidio por su condición.

 

 

 

 


 

"Lo entiendo ahora. Es difícil dejar a alguien encontrarte en todos los oscuros y retorcidos lugares de tu interior, pero eventualmente, tienes que esperar que lo hagan, porque eso es el comienzo de todo"

 

Me había olvidado que tenía esta película para ver, por lo que, si soy sincera, no sé cómo es que llegué a la película en sí. Pero cuando volví a ver de qué se trataba me llamó mucho la atención, ya que es raro ver una película romántica juvenil con un personaje con esquizofrenia, por lo que me dije: tengo que darle una oportunidad.

Antes de empezar, quiero decir que desconozco si la representación de la esquizofrenia —más allá de que se la satiriza por momentos— es acertada o no, desconozco bastante sobre el tema, por lo que si alguno sabe algo sobre esto, déjenlo en los comentarios.

Volviendo a la película, la misma sigue a  Adam Petrazelli un adolescente que sueña con ser un chef pero que tiene un pequeño problema: tiene esquizofrenia. Adam está acostumbrado a tres voces que lo persiguen a todas partes donde va: Rebecca (una hippie medio zen), Joaquin (una especie de Klaus de Umbrella Academy) y “El guardaespaldas” (que suele tener dos personas más y son matones).

Tras un terrible incidente en su escuela que derivó en un ataque, Adam encuentra su última oportunidad asistiendo a una escuela católica, donde su camino se encuentra con el de Maya Arnez, una estudiante modelo con un secreto.

Mientras los caminos de ambos se entrecruzan cuando Adam decide contratarla como su tutora, vemos como crece el romance entre ellos, pero ¿podrá Adam mantener la vida que intenta llevar cuando la oscuridad y la pareja de su madre ponen todo para que termine encerrado en un psiquiátrico?




Hay varios puntos que quiero destacar de esta película, que, por cierto, esta basada en una novela de Nick Naveda. La primera de ellas es que a pesar de ser una película romántica, no tenemos un “chico/a conoce a chico/a, uno está enfermo y por alguna razón el amor los salva”. Me gustó que no fuera Maya la razón por la que Adam decidiera seguir luchando y buscando alcanzar su sueño sino un tipo diferente de amor.

El segundo punto fue la caracterización, no hay idealizaciones, eso es algo que me encantó porque se sintió real. Tenemos a Adam quien lucha con una enfermedad que intenta condicionarlo, tenemos a su madre que está feliz con su pareja y al mismo tiempo intenta salvar a su propio hijo y poder verlo feliz, tenemos al padrastro de Adam quien se ve arrastrado a todo esto por amar a otra persona pero que es “encasillado como el malo”.

Tenemos a la misma Maya quien lucha por mantener a su propia familia y poder labrarse su propio futuro. Eso es lo que más se destaca de la película: la búsqueda individual de los personajes por sus propios sueños, pequeñas historias que se interconectan por una misma cosa: luchar por lo que uno ama.

No es hasta la mitad de la película que comprendemos a qué se refiere el título con “las palabras en las paredes del baño”, como muchas veces son los otros quienes nos condicionan más que nada, y como somos nosotros quienes debemos luchar contra ese condicionamiento.

Especialmente en lo referente a las enfermedades mentales, que a pesar de años de evolución en el tema sigue siendo víctima de innumerables prejuicios y desinformación.

El final si recae en el estereotipo de película teen romántica, pero puedo decirles que estoy feliz de ello, porque hoy en día el estereotipo parece ser que tengan un final terrible, y está bueno que le den un poco de esperanza al mundo.

En resumen, “Word son bathroom walls” es una película que a pesar de no destacarse, si consigue innovar en lo que quiere contar. Con un personaje empatizable, y una historia conmovedora, nos vemos arrastrados en la sacudida de emociones de un romance juvenil un tanto diferente

 



 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


1 comentario:

  1. Holaaa, no la conocía pero me gusta que las situaciones se sintieran reales, así que me la llevo porque si me pico la curiosidad.
    Saludos

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