'We are okay', una chica huyendo del pasado… una historia dolorosamente real

martes, 7 de julio de 2020



Título: We are okay | Estamos bien
Autora: Nina Lacour
Editorial: Me gusta leer
Vas por la vida pensando que hay tanto que necesitas tener... hasta que te quedas sólo con tu teléfono, tu cartera y una foto de tu mamá.Marin no ha vuelto a hablar con nadie de su antigua vida desde el día que decidió dejar todo atrás. Nadie sabe la verdad sobre aquellas semanas finales. Ni siquiera su mejor amiga, Mabel. Pero incluso estando a miles de kilómetros lejos de la costa de California, en una universidad de Nueva York, Marin sigue sintiendo el tirón de la vida y la tragedia de las que ha tratado de huir.Ahora, meses más tarde, a solas en un dormitorio vacío durante las vacaciones de invierno. Marin aguarda, pues Mabel está por llegar a visitarla, y Marin se verá forzada a enfrentar todo aquello que se ha quedado sin decir, finalmente tendrá que confrontar la soledad que se ha adueñado de su corazón.
 "Me pregunto si hay una corriente secreta que conecta a la gente que ha perdido algo. No en el sentido en que todos pierden cosas, sino en el que te deshace la vida, te deshace a ti, de modo que cuando miras tu rostro, ya no es tuyo"
Creo que este fue el año en el que me he encontrado con varias lecturas con las que me he sentido profundamente conectada con los personajes. Mencionando unejemplo, sería “Estrella de mar” y ahora debo agregar a la lista We are okay.
Llegué a este libro gracias a una recomendación que agradeceré eternamente, la novela, está publicada bajo el sello de Me gusta leer y escrita por Nina Lacour (en Uruguay solo se puede comprar en formato digital).
Cuenta con muy pocas páginas (ni siquiera llega a las 200), y está narrado desde el punto de vista de su protagonista, con capítulos cortos que se intercalan entre el pasado y el presente.
Marin es una chica que está en la universidad, y que lleva huyendo de su pasado desde el día en el que falleció su abuelo y huyó de su antiguo pueblo para ir a Nueva York. Allí tiene una compañera de cuarto (Hanna) quien hace que su vida sea más sencilla, tiene su planta que ha florecido con su cuidado y sus garrones de cerámica del amarillo perfecto.
Pero las fiestas se acercan y Hanna se va a ir, y Mabel, su antigua amiga regresa para visitarla por tres días luego de que Marin se fuera sin volver a contactarla.
Marin sabe que Mabel se preocupa por ella más que nadie, y también sabe que su historia fue cortada en el medio de una narrativa dolorosa, mientras las viejas amigas se reencuentran, el fantasma de quien era vuelve a tocar su puerta. El verano en el que todo cambió, y en el que se dio cuenta de que a veces no conocemos del todo a las personas que queremos, que muchas veces detrás de una buena apariencia se encuentra un alma muy dañada, y que uno nunca se va para siempre de las vidas de los demás.

 La narrativa de la autora es tan conmovedora que me dejó en el final con lágrimas en los ojos. Marin es un personaje que sufre depresión, y la autora lo refleja tan bien con una representación tan realista que acaba tocándonos en el corazón.
La depresión no es solo sentarse a llorar, también es un increíble vacío que parece que no se llena, el perder el placer por las cosas, el no sentir el sabor de la comida porque todo parece nada y a veces esa nada te ahoga. El no poder dormir porque tu cerebro decide hacer un mix de tu día, y pasarte el día siendo perseguida por tus decisiones y la incertidumbre.
La construcción de su protagonista fue el punto más fuerte de su narrativa, la historia de Marin es la que carga al libro de esta fuerza emocional que sacude al lector.
"Cuando pienso en todos nosotros en ese entonces, me doy cuenta de que corríamos peligro. No por la bebida, ni por el sexo, ni por la hora de la noche. Sino porque éramos muy inocentes y ni siquiera lo sabíamos. No hay forma de recuperar eso. La confianza. La risa fácil. La sensación de haber dejado tu hogar sólo por un rato. De tener un hogar al cual volver."

Otra cosa que me gustó, fue el romance, me gustó que fuera real, me gustó que no fuera un “felices para siempre”, me gustó que se hablara de la pérdida y del deber seguir adelante porque no se puede esperar para siempre.
Como Marin y Mabel sintieron todas estas hermosas emociones, pero como el distanciamiento genero una separación y como no es sano esperar para siempre, pero si querer estar aún en la vida de esa persona porque hay hilos que unen nuestras vidas a otros y se quedan allí, eternamente conectados.
El libro es de principio a fin una belleza, una belleza con la que te conectas como lector, con la que sufres, con la que lloras, con la que sientes lo que siente su protagonista, con la que puedes empatizar y que al final te deja con una muy bonita sensación en el pecho.
Es real porque no te dice que la protagonista deja de sufrir depresión al final, no viene un hada mágica con su varita y soluciona lo que siente, sino que da ese primer paso para poder sanar, y muchas veces, ese primer paso es hablar.

En resumen, «We are okay» es una novela bellísima sobre la depresión, la pérdida, sobre cómo no siempre conocemos a los que amamos, y como a veces puedes querer y odiar a la misma persona porque ha estado en tu vida, pero también te ha mentido. Es una historia sobre sanar, y sobre hablar, y sobre permitir a las personas entrar y dejar ver nuestros interiores. Es una historia sobre crecer. 



2 comentarios:

  1. ¡Hooola!

    Jo, que reseña más bonita y más intensa te ha quedado :D
    También me he visto muchas críticas del de Estrella de mar y cada vez me da más curiosidad, que tiene muy buena pinta. Este pinta una historia dura, lo de que trate el tema de la depresión no es fácil, pero veo que lo hace de forma fenomenal y muy realista. Me lo llevo apuntado.

    ¡besos!

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  2. Me ha llamado un montón la atención la reseña. No conozco Estrella de mar, pero el libro de la reseña tiene muy buena pinta. ¡Me lo apunto!

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