Título: The Alloy of Law | Aleación de ley
Autor: Brandon Sanderson
Antecesores: El imperio final, El pozo de la ascensión, El Héroe de las Eras
Siguiente: Sombras de identidad
Editorial: Sudamericana
Han pasado ya trescientos años desde los acontecimientos narrados en Nacidos de la Bruma, y Scadrial se encuentra ahora cerca de la modernidad: ferrocarriles, canales, iluminación eléctrica y los primeros rascacielos invaden el planeta. Aunque la ciencia y la tecnología están al alcanzando nuevos retos, la antigua magia de la alomancia continúa desempeñando un papel fundamental. En una zona única conocida como los Áridos existen herramientas cruciales para aquellos hombres y mujeres que intentan establecer el orden y la justicia. Uno de estos hombres es Lord Waxillium Ladrian, experto en metales y en el uso de la alomancia y la feruquimia.Después de vivir veinte años en los Áridos, Wax se ha visto obligado, por una tragedia familiar, a volver a la metrópolis de Elendel. Sin embargo, y a su pesar, deberá guardar las armas y asumir las obligaciones que exige el hecho de estar rodeado de la clase noble. O al menos eso cree, ya que aún no sabe que las mansiones y las elegantes calles arboladas de la ciudad pueden ser incluso más peligrosas que las llanuras de los Áridos.
"La marca de un gran hombre es aquel que sabe cuándo dejar de lado las cosas importantes para lograr las vitales."
Muchos ya saben que estoy completamente obsesionada
con la saga de Nacidos de la Bruma de Sanderson, luego de terminar la trilogía
principal (compuesta por El Imperio Final, El pozo de la ascensión y El Héroe
de las Eras) decidí aventurarme por la segunda parte de la saga, centrada 300
años después. A pesar de que muchos me advirtieron que esta continuación no se
encontraba a la altura de su antecesora.
Y debo admitirlo, tienen razón… pero hasta ahí.
Lo cierto es que si leen Aleación de ley esperando
encontrarse lo mismo que El Imperio Final, van por mal camino, el autor ha
dejado de lado la falta de electricidad, los castillos, y toda esa onda en plan
Edad Media, y comunicaciones tardías, para situarnos 300 años después, en
Elendel (si, ya saben por quién viene el nombre). Constituido como la ciudad
más importante del reino (y su centro), Elendel se encuentra en pleno crecimiento:
electricidad, trenes, armas que pueden matar alománticos, armas que matan
personas normales, etc.
Estamos ante el crecimiento, y bueno, también hay
drama, digo ¿cómo si no íbamos a tener trama?
Este libro se centra en un personaje principal, Wax,
un noble que abandonó la nobleza para irse a los Áridos (en plan, el Lejanto
Oriente, como en las películas) para convertirse en un vigilante y salvar a las
personas. Luego de una tragedia, decide volver a su vida noble, pero se da
cuenta de que es bastante difícil renunciar a lo que es realmente.
Más aún cuando trenes comienzan a ser asaltados por
“desvanecedores” (así es como los llaman, viva la tendencia al drama que tienen
estos, Ruina, El Superviviente, quiero decir, ¡vamos!) que secuestran a una
única rehén y un montón de mercancía.
Esto sumado a la unión de Wax con Steris Harms una
noble que te cae mal, y luego no sabes bien cómo es que te cae. Es allí donde
Wax conoce también a Marasi, la “prima” de Steris, que parece ocultar su dosis
de secretos.
Todo comienza a torcerse cuando luego de una fiesta,
Steris es secuestrada, y Wax decide salvarla. Volviendo a las viejas andadas
junto a Wayne, su fiel compañero (y el mejor personaje de esta trilogía, y si,
lo digo enserio) se embarcarán en una travesía para descubrir las razones
detrás del secuestro de las mujeres, y de los robos, mientras que un enemigo de
las sombras parece tener un objetivo aterrador y un tanto religioso, ya saben
como es Sanderson.
Vale, mencionaré varias cosas, la primera de ellas,
soy muy fanática de la continuidad en las historias, Sanderson dio millones de
referencias a la primera trilogía y cómo es el mundo luego de las acciones que
llevaron a cabo los protagonistas de la primera trilogía, y si, Sazed
llamándose Armonía, tengo un pequeño problema con eso (¿Por qué no equilibrio o
algo así? Ahora me lo imagino danzando con arcoíris, si, tampoco entiendo por
qué)
Otro punto es la caracterización de los personajes,
esta segunda trilogía se destaca por ser más relajada y digamos que… em…. Menos
deprimente que la primera (si, ya saben, estaban en pleno fin del mundo y todo
ese rollo, como que se entiende) y esta nos deja ver el lado más humorístico de
la narrativa de Sanderson.
"Es una suerte. Nunca he muerto con un sombrero puesto."
Lo que nos lleva al punto tres, sus personajes,
decir que me ha encantado la dinámica entre Wayne y Wax es poco, me hicieron
acordar muchísimo a la relación entre Sherlock y Watson, pero en plan, los de
la película del 2011 con Robert Downey Jr, ya saben.
Ellos dos sumados al personaje de Marasi, se
convirtieron en un trío que sin duda quiero seguir viendo en acción,
resolviendo crímenes y peleando contra el crimen, pero, bueno, es Sanderson,
así que probablemente se cargue a alguno (*cruza los dedos para que sea Steris,
porque shippea a Wax con Marasi*).
En
resumen, «Aleación de ley» es la primera parte de la segunda generación de
Nacidos de la Bruma, una continuación más relajada pero llena de giros
argumentales como su primera parte. Con personajes que se roban todo el
protagonismo y un misterio que esperemos que tome más fuerza en la segunda
parte.
Ey,
ahora que lo pienso, ¿no se les hace Wax muy en plan el detective del juego
Murdered Soul Suspect? Ronan O’Connor, ahora voy a imaginármelo así. Bueno, demonios, ahora también quiero jugar
al juego.
Le tengo unas ganas impresionantes a todo lo que sea del Cosmere.
ResponderEliminarHola! Bueno, leí el primero de la saga nada más, pero tengo en casa hasta este. Eventualmente iré leyendo, así que me alegra saber que está bueno. La verdad, la ambientación me invita pila.
ResponderEliminarUn besote!