Título: La reunión del diablo | Devil | La trampa del mal
Director: John Erick Dowdle Basado: Historia de M. Night Shyamalan
Año: 2010 Género: Thriller sobrenatural
En un edificio comercial, cinco personas quedan encerradas en un ascensor. Un hombre de negocios, una mujer de una familia adinerada, un guardia de seguridad, una señora mayor y un hombre desconocido. En ese reducido espacio comienzan a suceder cosas extrañas, luego de que el ascensor se detenga, y comienzan las sospechas de que uno de ellos puede ser el mismo Diablo.
"Cuando era niño, mi madre me contaba una historia de cómo el Diablo merodea en la Tierra. A veces, ella decía, tomaría forma humana para así poder castigar a los condenados en la Tierra antes de llevarse sus almas..."
Muy de vez en cuando termino viendo alguna película en
Netflix que usualmente no me llamaría la atención o que, por alguna razón,
nunca llegué a encontrar en el pasado. Esto me sucedió con Devil o “La reunión
del diablo”, película estrenada en el
2010 y basada en la novela de M. Night Shyamalan (un escritor y excelente
director, a quien muchos conocerán por la película de “Sexto sentido”).
Si hay algo que caracteriza a este director es su tendencia a
jugar con el miedo, pero no con el gore, y siempre desde una perspectiva que
haga dudar al espectador en todo momento de lo que está viendo y de si confía
en sus instintos o en las evidencias.
La reunión del diablo sigue a
cinco personas aparentemente aleatorias que quedan encerradas en un
mismo ascensor: Vince (un hombre de negocios investigado por fraude), Sarah
(una mujer de una familia adinerada que pretende abandonar a su marido con su
dinero), Ben (un guardia de seguridad con un historial violento), Jane (una
presunta ladrona y usurpadora) y finalmente Tony (quien descubrimos todo sobre
él cercano al final de la película).
Estos cinco desconocidos acaban atrapados en este ascensor no
por casualidad, porque mientras son vigilados por dos guardias de seguridad que
intentan ayudarlos, uno de estos llega a una escalofriante conclusión: uno de
ellos es el diablo, y viene a cobrar las almas de las personas que se
encuentran allí encerradas. Para ello
nos cuenta una “leyenda” que comienza diciendo que de vez en cuando al Diablo
se le da por pasear por la Tierra y que cada vez que eso sucede, todo sale
terriblemente mal.
Se une a este grupo el detective Bowen, quien intenta aún
superar la pérdida de su esposa e hijo en un terrible accidente de atropello y
fuga. Un escéptico que acabará descubriendo que en este mundo, existen fuerzas
más oscuras de las que conoce.
La primera toma de la película ya nos introduce dándonos una
idea de “erróneo”, el cuadro invertido de la ciudad de San Francisco alude a la
idea de que hay algo que no encaja (todo está a la inversa- referencia a las
palabras en voz en off de que cuando el Diablo está en la Tierra, todo sale de
manera incorrecta).
Esto se une a la idea del “ascensor” que debería subir pero
se queda atascado, en ese intervalo donde el Diablo pone a prueba a quienes se
encuentran en el interior, siendo en las tomas finales que este empieza a
descender (una referencia al “ascensor al infierno y su descenso).
Uno de los errores que podrían haber hecho que la película
fuera mucho mejor, fue que nos faltó esa sensación de asfixia que los
personajes tenían. Si los planos hubieran sido únicamente de nosotros encerrados
en ese ascensor junto a los personajes (quitando a Bowen más que para el inicio
y el final), podríamos haber sentido más fácilmente esa desesperación que
inundaba a estos cinco personajes.
Pero al intercalarlos con diferentes escenas, se perdía parte
de esa tensión, especialmente cuando los “ataques” se daban cuando las luces se
apagaban (esto buscaba generar la duda
de cuál de ellos era el asesino).
Contando a los cinco personajes, más el detective y el mismo
diablo, podemos decir que son 7 los personajes “principales”. Junto al contexto
religioso de la película (inclusive uno de los guardias se pone a rezar),
podría ser un intento del director de aludir a los 7 pecados capitales.
La soberbia del
Diablo al creer que se llevaría todas las almas, la gula de Bowen (en contexto psicológico con su relación al
consumo de alcohol por la pérdida y su intento de sobriedad), la pereza de Tony (en relación a su
crímen), la ira pasada de Ben, el guardia de seguridad, la envidia de Jane (lo que la llevó a usurpar cosas que no le
pertenecían), la lujuria de Sarah
(que se nos muestra desde un comienzo como una figura femenina “visualmente
atractiva” y en relación a sus matrimonios) y finalmente, la avaricia de Vince que lo llevó a cometer fraude.
"Después de que mi madre terminaba de contar la historia, siempre nos animaba al decir «no se preocupen» decía «Si el Diablo es real, entonces Dios lo es también»"
En cierto punto de la trama, el mismo Diablo cita a Corintios
6:9-11, donde se habla de cómo “los injustos” no heredarían el reino de Dios
(una referencia a los que se encontraban en ese ascensor: estafadores, avaros,
ladrones, adúlteros, inmorales, etc).
La reunión del Diablo no va a ser una película que los
sorprenda por enormes giros argumentales, pero si mantiene al espectador
entretenido de comienzo a fin, la forma en la que es llevada la trama, el
aumento de la tensión y finalmente, el juicio final que lleva a uno de los
personajes a finalmente confesar sus crímenes, encuentran la cúspide y nos
dejan con una escena final que trae calma y deja un mensaje tranquilizador: si
existe el diablo, existe dios.
Este tipo de escena donde tenemos una gran revelación para
luego tener una pausa más tranquila, me recordó un poco a lo que fue “La isla
siniestra”, con un final medio ambiguo que deja al espectador reflexionando.
En resumen,
“La reunión del diablo” es una película que consigue entretener, no debido a su
trama elaborada, sino a su buena dirección y manejo de trama, no satura, no
asfixia y no asusta, pero si te entretiene una tarde que no tengas nada para
ver.
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