Título: Sex education
Temporada: 2 Año: 2020
Episodios: 8 Plataforma: Netflix
La segunda entrega de la serie sigue a Otis, el joven experto en relaciones sexuales y ocasional terapeuta sexual que pretende que su relación con Ola, su novia, avance un poco más. Sin embargo, no todo es perfecto, pues su amistad con Maeve está en la cuerda floja.Además, el instituto sufre de un brote de clamidia por lo que es necesario mejorar la educación sexual entre sus alumnos.
"Creo que intentas demasiado ser un buen chico que terminas no siendo un buen chico"
Hace ya meses estaba esperando poder traerles una reseña de la segunda temporada de Sex education, luego de una primera temporada que me había gustado bastante, me encaminé con una continuación a la que le tenía muchas ganas, y a pesar de que si no consiguió superar a su antecesora, si puedo decir que fue una buena continuación —pese a las críticas—.
Esta segunda parte sigue nuevamente a Otis, ahora en pareja con Ola, quien tras descubrir su propio deseo sexual, se ve incapaz de contenerse (hasta que es descubierto por su madre). Sumado a esto, Maeve regresa al instituto cambiada y con la intención de poder terminar su año dejando sus cargas atrás.
A diferencia de su anterior temporada donde teníamos un Otis que representaba más una especie de faro de sabiduría para el resto de los estudiantes, en esta continuación nos centramos en las propias inseguridades sexuales de su protagonista, sus propias dudas y miedos con respecto a sus decisiones.
Es curioso que Otis siempre haya sido el "centro de los estudiantes" para que consulten sus dudas, pero él no tenga a quien recurrir, no quiere ir con su madre —ya que ningún adolescente quiere hablar con sus padres de su sexualidad—, entonces solo le queda un sitio... internet.
Y debido a que en esta temporada se centra más en sus propias emociones, es que los estudiantes necesitan buscar a otra persona para que los ayude...y allí aparece la madre de Otis.
Tras un brote de clamidia, el instituto decide que es tiempo de que sus estudiantes tengan clases de educación sexual —claramente necesaria—, y tras la insistencia de la madre de Otis, esta decide convertirse en una especie de consejera para descubrir qué es lo que sacude las mentes de los jóvenes.
Una de las mejores cosas de la temporada, fue la cantidad de temas en los que se centró, desde una mirada mucho más feminista, donde se habla de la sororidad, del acoso a las mujeres tanto en el transporte público como en otras situaciones de al vida cotidiana, lo normalizado que está. La masturbación femenina y el desconocimiento general sobre la misma (especialmente por parte de los hombres), la asexualidad (no exactamente profundizada) y la aceptación de nuestra propia sexualidad.
"El sexo no siempre es perfecto y debería ser sobre sentirse bien, no verse bien"En esta temporada tenemos una gran evolución de personajes secundarios, algo que agradecemos, se nos da especial foco a Amie —a quien solo conocíamos como la amiga de Maeve—, y todo su viaje de aprender a confiar en ella misma y tener a alguien que esté a su lado sin importar el qué.
Es gracias a sus personajes que la serie incursiona en temas como las agresiones sexuales minimizadas por parte de la policía y la sociedad, pero que dejan secuelas en quien las sufre y una perdida de confianza en si misma y en su entorno donde ya no se sienten
seguras.
También profundizamos en Lily y Ola, dos personajes con los que nos centramos en otros espectros de la sexualidad, y también nos permite saber más sobre Lily, un personaje curioso y fuera de lo normal en la serie.
A pesar de que Ola no es santa de mi devoción y traer a colación el tema de la pansexualidad abre un enorme debate con respecto a si es o no un término correcto de implementar (aquí hay todo un debate al respecto en el que no me quiero meter en esta reseña).
La serie, cabe además destacarse, no es únicamente sobre sexo o la sexualidad, también toca temas como la importancia de la comunicación en las relaciones tanto familiares como de pareja, como única forma para poder crecer y mantener lazos sanos unos con otros.
En resumen, la segunda temporada de Sex Education pudo no haber superado a su antecesora, pero si es una serie con un marcado mensaje y necesaria, pese a que otros puedan decir lo contrario.
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