'Sombra de identidad', alguien más mueve los hilos ¿pero quién?

Título: Sombras de identidad
Autor: Brandon Sanderson
Antecesor: Aleación de ley
Año: 2015
Editorial: Sudamericana

La sociedad de Nacidos de la Bruma ha evolucionado en una fusión de magia y tecnología en la que la economía se expande, la democracia se enfrenta a la corrupción y la religión se convierte en una potencia cultural cada vez más influyente, con cuatro fes distintas enfrentadas por la captación de conversos.Esta sociedad tan animada y optimista, aunque todavía tambaleante, se enfrenta ahora a su primera amenaza de terrorismo, crímenes cuyo objetivo es fomentar el descontento de la clase trabajadora y avivar las llamas de los conflictos religiosos. Wax y Wayne, con la asistencia de la adorable y brillante Marasi, deberán dar al traste con la conspiración antes de que las revueltas civiles frenen por completo el progreso de Scadrial.

 "El rayo que se abate sobre la tierra no es ningún héroe. Los terremotos no son héroes. Son cosas que ocurren, sin más."

 Decir que estoy obsesionada con Sanderson es decir poco, y todos lo sabemos.

Volvemos al mundo de brumas con una especie de Londres en plena revolución industrial, y dos héroes bastante improbables. En este quinto libro de la saga Nacidos de la Bruma (y el segundo cronológicamente si las separamos en generaciones), nos retorna con Wax, Wayne y Marasi, nuestro trío favorito de alománticos detectives que resuelven casos y cazan criminales.

Toda historia es una historia sobre revolución, nos encontramos con un pueblo de Elendel cansado de las injusticias, la masa obrera está cansada de que los nobles se queden con todo el dinero mientras ellos pasan todas sus vidas en las fábricas.  Al tiempo que las altas esferas disfrutan de su riqueza, sus fiestas ostentosas mientras que late en sus venas la corrupción.

Todo lleva a un punto máximo cuando el hermano del gobernador y otros muchos criminales son asesinados fríamente por lo que parece ser un único ferruquímico. El trío deberá descubrir quién se esconde detrás de los crímenes, y qué motivación podría llevarlo a actuar de esa manera.

Y mientras más se acercan, más se dan cuenta de que la historia no es como la contaron y que hay más peones en el juego de los dioses.

Tengo que admitirlo, este segundo volumen superó con creces a su antecesor, por varios motivos, el primero de ellos es que tenemos más acción y más misterio, el primer libro se  basó más en una presentación con tintes humorístico de los personajes, pero no nos dio una trama que nos haya dejado al borde de la silla de la expectación.

Pero Sanderson lo ha hecho de nuevo en esta entrega, donde reveló que lo que conocíamos podría no ser del todo cierto, y hasta qué punto puedes adorar a un Dios sin empezar a creer que solo eres su títere.

No se engañen, aún no hemos visto una gran evolución en los personajes, no como lo vimos en la trilogía principal, quien ha tenido un cambio ha sido tanto Marasi como Steris, las dos casi-hermanas que han demostrado ser más distintas de lo que parecían.

Marasi es un personaje que me encanta, es esta mezcla de detective muy brillante, y siempre busca una manera ingeniosa que no termine en la violencia, ella aún no se ha dado cuenta de que es un pilar importante en lo que se viene.

Por otro lado, he comenzado a agarrarle bastante cariño a Steris, no voy a mentirles, en el primer libro tenía sus cosillas, pero en este se ve que es una mujer que sabe cómo sobrevivir en un mundo donde la inteligencia y la astucia lo es todo (se la hubiera apañado muy bien en el Imperio Final).

La narrativa de Sanderson es ágil y fácil de leer, consigue atraparte con un par de líneas y engañarte con unas palabras bien ordenadas, ya sabes que con él nunca es lo primero que se ve, pero de todas formas acabas cayendo.

A su vez, me encanta la manera en la que consigue mezclar lo que es la fe y un mundo de fantasía, son dos cosas muy importantes en sus  libros.

Wayne es un personaje que como siempre me ha encantado, es un personaje más complejo de lo que parece y por eso se consigue apreciar, puede parecer despreocupado, pero conoce lo que es la desolación, tiene un peso que muchos no lograrían cargar, y cuando da consejos, bien… los da bastante acertados.

Finalmente Wax, nuestro protagonista, se verá enfrentado a cosas bastante duras en esta segunda entrega, saber que no eres solo uno más sino que en cierta forma eres importante en un plan general, es duro de tragar. Más aún con el conocimiento de que su tío es un poquitín psycho y aún tiene a su hermana. Ahora bien, esto se ha dejado un pelín de lado para dejar paso al gran villano del libro y espero saber qué demonios planea la secta que tiene el señor antes de que me desespere.

"Era fuerte y vulnerable a la vez. Fue mi última maestra y la más grande. Era capaz de entregar todo su ser en cada cosa que hacía. Cuando luchaba era la hoja. Cuando amaba era el beso. En ese aspecto era mucho más... humana que cualquiera que haya conocido."

Por desgracia,  Sudamericana (Megustaleer) no ha traído aún el sexto libro, así que crucen los dedos para que lo hagan pronto y esta chica no muera.

O como dice MeLaan (si, ella regresa chicos, vamos a calmarnos): Con su permiso, voy a intentar ahorcarme como es debido.

En resumen, «Sombras de identidad» consigue superar con creces a su antecesor, subiendo las apuestas y trayéndonos al viejo Sanderson que conocíamos. Debo admitir, tenía miedo de que se repitiera lo que sucedió con El Pozo de la Ascensión que fue más lento que el  envío de mensajería en El Imperio Final, pero este libro nos ha traído más misterio, más acción Y A TENSOON.