Título: Tin & Tina Año: 2023
Género: Terror psicológico Dirección: Rubin Stein
Lola y Adolfo son una pareja joven y recién casada que pierden los bebés que estaban esperando. Lola pierde también su fe en Dios y con la esperanza de recuperarla, recurre con su marido a un convento de monjas con niños huerfanos. Acaban adoptando a Tin y Tina, dos hermanos albinos de siete años, con un comportamiento bastante extraño y muy influenciado por la religión. Los juegos macabros de los niños comienzan a obsesionar a Lola.
"Esos niños necesitan amor, y nosotros también"
Hay fines de semana donde se me ocurre ir a visitar a una de mis mejores amigas, y terminamos viendo películas que nunca veríamos usualmente. Y es así como me encontré con Tin y Tina, uno de los nuevos estrenos de Netflix.
Dirigida por Rubin Stein, y protagonizada por Milena Smit y Jaime Lorente, la cinta de género religioso -terror-dramático, sigue a Lola y Adolfo, una pareja joven que se casa con ella estando embarazada, y que el mismo día de su vida, pierde a sus dos hijos.
Meses después, Lola aún no ha podido superar el trauma de dicha perdida, y deambula por la casa como un alma en pena.
Adolfo, un piloto, no puede soportar que su mujer se convierta en un fantasma, por lo que la fuerza a ir a un convento religioso y adoptar. Es allí, donde ella queda fascinada con Tin y Tina -quien sabe porque-, dos niños huérfanos y hermanos, que dan un miedo de la hostia.
Esto marcaría el comienzo de una serie de eventos inexplicables que comienzan a atenazar a la protagonista, al darse cuenta de que ambos niños son muy devotos de Dios.
¿Qué sucedería si te dijeran que hay una forma de ver a Dios? ¿La tomarías si crees que tu fe ya no existe?
La cinta dura 119 minutos, maneja una lineal visual continua que no aburre al espectador, lo cual era mi mayor temor. El miedo no es realmente terror, sino más una ligera sensación de incertidumbre y duda -al igual que la protagonista- sobre a qué se deben los hechos que están sucediendo.
Y es que eso es algo que en el film no termina de quedar claro, influencia divina, satánica, o dos niños que utilizan la religión para justificar su mal? Y es que las teorías son diversas, y pese a que considero que la moda de finales abiertos ya ha pasado, si coincido en que dar una respuesta fija hubiera arruinado un film que necesitaba de algo con punch para justificar los 119 minutos de película que me terminé viendo.
En gran medida el concepto trabajado en la cinta es de cierta manera interesante, la forma en la que se juega con la idea de divinidad o no, y como se refleja en la propia existencia. Nunca podremos asegurar la existencia de Dios, por eso es un acto de fe.
Pero al mismo tiempo podemos utilizar esta otra teoría sobre la maldad justificada de la fe también para reflejar la propia vida. La cantidad de veces que la religión ha justificado crímenes horribles, en base a la fe.
Al final y el día, Tin y Tina es una película que busca mover a Lola hacia la fe, la cual perdió tras perder a sus hijos. Y la cinta es ambigua en cuanto a cuántas cosas no tienen explicación, cuántas les podemos dar una (como los niños y el convento en la última escena) y cuántas desearíamos no darle ninguna.
Las actuaciones fueron exactas, especialmente hay que destacar a nuestra protagonista, donde recayó la mayor carga. Lola siendo una persona con una discapacidad (tiene una pierna de madera), pero también convirtiéndose esta cinta en una especie de tortura continua, sacrificio y dolor, una especie de expiación de pecados y de sufrimiento, para alcanzar el final, lo que ella siempre ansió, deseó. Una familia. Y este concepto de que a través del sufrimiento solo se puede encontrar la iluminación, es uno muy católico.
Jaime Lorente nunca falla en sus roles, no hay mucho más que podamos mencionar, el papel fue hecho para que nos de una interpretación limpia y sin desafíos, y hasta podría decir, no presentó ningún desafío.
Por lo que, la segunda mención estelar, debe ser sin duda para Carlos Gonzalez Morollón y Anastasia Russo, Tin y Tina, quienes interpretaron a la perfección la inocencia sádica de sus personajes. Realmente consiguieron asustarnos de una forma muy sutil, y eso es algo digno de mencionar.
En resumen, Tin y Tina es un film de terror psicológico que no va a pasar al recuerdo colectivo particularmente, pero consigue entretener al espectador y mantenerlo en vilo a través de 119 minutos donde tendrán más preguntas que reales respuestas.
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