Título: Spinning out
Año: 2020 Temporada: 1
Creadora: Samantha Stratton
Una patinadora artística trata de equilibrar la familia, el amor y la salud mental mientras su sueño de ganar toma un control vertiginoso.
"Sabes que nunca te dejaré caer, ¿cierto?"
No podía no hablarles de Spinning Out, y es que
déjenme decirles algunas cosas sobre esta serie, 1) no lograba entender
el hype de la gente y me la había saltado UN MILLÓN de veces en Netflix. 2) De
chica, AMABA la película de Castillos de hielo y la de Princesa de Hielo. 3)
Estaba sin nada que hacer una noche y decidí vérmela mientras comía una pizza
rancia y les juro que ME ENCANTO.
Bien, dejando el hype de lado, hablemos de qué va la
serie. La misma sigue a Kat Baker una
patinadora de hielo que tras sufrir una terrible lesión, es incapaz de volver a realizar los saltos.
Kate vive junto con su madre Carol, una mujer que tiene trastorno bipolar y que
exige a su hija menor, Serena, la perfección (ella también es patinadora).
Cuando a Kate se le aparece la oportunidad de ser la
compañera de patinaje de Justin —el chico guapo y rico del pueblo—, ella solo
quiere decir que no. Pero antes de que se de cuenta, descubre que para poder
sanar, debe dar el primer paso. Pero Kate oculta un secreto, y es que ella
también es bipolar, y a pesar de que cree que tiene todo bajo control, está
perdiendo piezas de ellas y teme que todo se vaya al demonio.
Tengo que decirlo, me paro y aplaudo a la serie. No
solo por la forma en la que trató el tema de la bipolaridad (en ningún momento
fue romantizada, sino que mostraron la dura lucha que es padecer este
trastorno, y a su vez, tener que ser alguien que convive con personas con ese
trastorno) sino que consiguieron hacer una historia que fuera más allá de ella
(como la misma Kate dice, ella es mucho más que su bipolaridad y esta no es una
historia sobre la bipolaridad, sino sobre una chica que aprende a confiar).
Las actuaciones fueron formidables, no podíamos
esperar menos del elenco, en el cual destaca Kaya Scodelario a quien no había
visto desde Maze Runner. La dinámica de los personajes y cómo son empujados
todos al límite, y al mismo tiempo cada personaje tiene su propia subtrama,
agregó sustancia y valor a la narrativa, no dándonos personajes planos, sino
complejos y con defectos y virtudes.
La química entre los dos protagonistas es clara y
palpable, la forma en la que el romance fue llevado me gustó, porque no fue un
insta-love, sino que había surgido desde antes del comienzo de la serie, por lo
que fue más fácil manejar para que, en pocos episodios, pudiéramos creernos las
intensas emociones que nuestros personajes sienten (y otro punto a favor, es que,
nuevamente, no hacen del romance toda la historia).

Volviendo a los protagonistas, Justin tiene su propia
personalidad, aunque si sentí que dentro del panorama general de “galanes” de
series juveniles, si mantenía el mismo estereotipo de niño mimado que perdió a
su madre, aunque se complejiza su personaje, si me hubiera gustado que se
saliera un poco de ese molde tan conocido.
La serie como mencionaba cuenta con tan solo 10
episodios, y si la información que me dieron es correcta, fue trágicamente
cancelada, porque Netflix le encanta cancelar series que tengan un mínimo de
impacto social.
¡Buenas! Decirte que con tu reseña me has empujado a querer empezarla esta tarde. Ya la tenía en la lista de pendientes pero ahora por fin daré el paso.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Buenas! Cuéntame qué te pareció cuando la termines.
EliminarSaludos!