Frases| La ladrona de libros
lunes, 6 de abril de 2015
Hey fénix! estoy dandole una re-lectura a La ladrona de libros y me pregunte ¿por qué no les di frases de este libro en el blog? Así que decidida a enmendar mi error, hoy les traigo las frases de este hermoso libro, que ha tenido su merecido 5/5
Primero los colores.
Luego los humanos.
Así es como acostumbro a ver las cosas.
O, al menos, así intento verlas.
A veces llego demasiado pronto, me adelanto. Y hay gente que se aferra a la vida más de lo esperado.
Un mar de almas. ¿Fue el destino? ¿La mala suerte?
Tuve ganas de detenerme y agacharme a su lado.
Tuve ganas de decirle: «Lo siento, pequeña»
Todos son un intento, un extraordinario intento de demostrarme que vosotros, y la existencia humana, valéis la pena.
Es el tipo de cosas que nunca sabré o llegaré a comprender: de qué son capaces los humanos.
Cuando empezó a escribir su historia, se preguntó por el momento exacto en que los libros y las palabras no sólo comenzaron a tener algún significado, sino que lo significaban todo.
Rudy estaba destinado a ser el mejor amigo de Liesel. Todo el mundo sabe que una bola de nieve en la cara es el comienzo perfecto de una amistad duradera.
¿Hay algo peor que un chico que te odie?
Un chico que te quiera.
Él era el chalado que se había pintado de negro y había desafiado al mundo.
Ella, la ladrona de libros sin palabras.
Pero créeme, las palabras estaban de camino, y cuando llegaron, Liesel las sujetó entre las manos como si fueran nubes y las escurrió como si estuvieran empapadas de lluvia.
Era mágico, era hermoso, era como si todo estuviera iluminado por deslumbrantes rayos de luz reflejados por una lámpara de araña.
Era una niña.
En la Alemania nazi.
Qué apropiado que descubriera el poder de las palabras.
—Cuando la muerte venga a por mí, sentirá mi puño en su cara -juró el chico
Toda mi vida he tenido miedo de los hombres que me vigilaban...
En la profunda oscuridad de mi corazón de siniestros latidos, lo sé. Le habría gustado, sin duda. ¿Lo ves? Hasta la muerte tiene corazón.
Debió de haberla querido con todo su corazón. Tanto, que nunca más volvería a pedírselo y se iría a la tumba sin él.
¿Cómo le regalas a alguien un pedazo de cielo?
—¿Qué aspecto tenía? —preguntó Hans
Max levantó la cabeza con gran pesar y estupefacción
—Había estrellas —contestó— me quemaron los ojos
Ella era una ladrona de libros.
Él asaltaba el cielo.
Dos semanas para cambiar el mundo y catorce días para destruirlo.
«Liesel, esta historia es sólo un esbozo. Imaginé que tal vez serías demasiado mayor para esta clase de cuentos, pero quizá ninguno lo seamos. Pensé en ti, en tus libros y en tus palabras, y esta extraña historia me vino a la mente. Espero que te guste, aunque sólo sea un poco.
El corazón de los humanos no es como el mió. El de los humanos es una línea, mientras que el mío es un circulo y poseo la infinita habilidad de estar en el lugar apropiado en el momento oportuno. Veo su fealdad y su belleza y me pregunto como ambas pueden ser lo mismo. Sin embargo, tienen algo que les envidio: al menos los humanos tienen el buen juicio de morir.
Quise preguntarle cómo un mismo hecho puede ser espléndido y terrible a la vez, y una misma palabra dura y sublime.
Los humanos me acechan.
Espero que les haya gustado
Besos y abrazos
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¡Hola!
ResponderEliminarAaaaaw, me encantan todas las frases, simplemente este libro es puro amor *_*
MI frase favorita no la pusiste :(
ResponderEliminar"He amado y he odiado las palabras y espero haber llegado a su altura"
Saludos!!!